Yo me vestí de auxiliar de vuelo (con cosas que tenía por casa), y los recibí uno a uno.
Pidiéndoles el billete para poder embarcar en 2º, y por supuesto, abrazándoles después de un verano sin vernos.
Cuando se empieza un proyecto, hay que crear ilusión, fantasía... Y esta fue una buena forma de emocionarlos y motivarlos para empezar un nuevo curso.
Bon voyage!
Lucía
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